viernes, 12 de noviembre de 2010

TEMA DE TU INTERES: HISTORIA DE TU DROGADICCION

La historia de la drogadicción es un buen camino para conocer la causante de uno los desastres de la actualidad: “la plaga del siglo pasado” y “una de las epidemias sociales de mayor y más rápida extensión en el siglo XX, que puede agravarse en la actual centuria”.

El “tía tata cuenta cuento” de las drogas comienza en el mundo antiguo, con las primeras civilizaciones, con el hombre y su evolución. El mundo vegetal fue el primer habitante del planeta. Sus fósiles hablan por sí solos, algunos tienen 3200 millones de años. Cuando apareció el hombre, las plantas fueron las encargadas de garantizarle sus necesidades más acuciantes: alimentos y sustancias para proteger su salud. Ese es el prólogo de la historia del uso y abuso de drogas.

cuentan las leyendas, fue que el hombre descubrió el café en Arabia. Kaldi, un pastor, observó que sus cabras después de comer las cerezas del cafeto retozaban con más brío que de costumbre. Entonces Kaldi decidió probar también los frutos de la planta y lo embargó la euforia, se puso a bailar y aquella noche durmió menos que de costumbre. Y dice la leyenda que recibió de Mahoma el secreto para preparar café a partir de los granos secos de la fruta. Hoy se conoce que esos efectos se debían a la cafeína.

Igual corrió el mito del origen del té, que proviene de Japón. Dicen que Daruma, fundador del Budismo Zen solía pasar las noches entregado al ayuno y la oración. Cierta noche no pudo resistir el sueño y cuando despertó estaba tan molesto de sí mismo, que se arrancó los párpados y los arrojó al suelo. Inmediatamente brotó de ellos un arbusto de té, cuyas hojas han permitido a los monjes conservar el espíritu libre para la meditación desde aquel entonces. Muchos años después se identificaron esos efectos con la llamada teína.

El continente americano tiene también sus historias. Antes de la llegada de los españoles, los indígenas consumían tabaco con fines terapéuticos o religiosos. Lo enrollaban, lo envolvían en hojas de maíz o lo fumaban en forma de pipa. También solían incluirlo en jarabes para beberlo. Era considerada como una planta mágica para esos pueblos prehispánicos porque “hacía visible el aliento”.

Así, lo incorporaron los europeos a sus costumbres y su planta se llamó Nicotina tabacum, gracias a Jean Nicot, médico que introdujo y popularizó su uso en el continente europeo. La nicotina es el principio activo del tabaco. Fue aislada en 1828.

Una sencilla anotación perteneciente a los gastos de una familia de Mesopotamia, tres mil años antes de Cristo, decía así: “Pan y cerveza para un día”. También los antiguos egipcios bendecían a Osiris por el regalo de la cebada y tenían destilerías de cerveza desde hace siglos. Los griegos y romanos de la época clásica agradecían a Dionisio o Baco por la creación de la vid y el “vino divino”. A la llegada de los españoles se asegura que Tenochtitlan estaba lleno de “magueyes” de los cuales se fabricaba el vino.

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